Esta Pregunta te ayudará a ser más paciente con otros y contigo
Hoy te quiero hacer una pregunta que quizá te parezca muy aburrida , pero te prometo que si reflexionas en ella lo suficiente te va a ayudar, entre otras cosas a:
- Ser más paciente contigo
- Ser más paciente con otros
- Ayudarte perdonar a quienes te hayan hecho daño
Aunque ya me había cruzado con esta pregunta, no fue hasta que leí el libro de Meditaciones de Marco Aurelio cuando me puse a pensar realmente en ella, en lo profundas que sus implicaciones pueden llegar a ser:
¿Cuál es la naturaleza de las cosas? Se cuestionaba Marco Aurelio, reflexiona acerca de la naturaleza de las cosas -decía- y no esperes más de ellas.
Cada cosa -decía él- tiene una naturaleza y cada cosa hace lo que corresponde a su naturaleza.
¿Cuál es la naturaleza de un árbol? ¿Cuál es la naturaleza de una estrella? ¿Cuál es la naturaleza de una silla? ¿Y qué hay de la naturaleza de un ladrón? ¿Y la de un niño?
Y ahora ¿Cuál es tu naturaleza?
Es cierto que la naturaleza de todos cambia todo el tiempo, pero a cada instante tenemos un tipo de naturaleza en particular y nos vemos limitados por esa naturaleza.
Reflexionar acerca de la naturaleza de una persona en particular, me ayudó a comprenderla y a perdonarla. Es difícil, pero es posible. Durante una época de mi vida en la que era vulnerable, una persona me maltrató física y emocionalmente y a causa de eso me volví muy irascible e impaciente con otras personas.
Estaba muy enojado con esta persona. Yo era muy pequeño y era impensable que me pudiera defender, así que solía pensar en cuan injusta había sido aquella situación.
Pero hacerme esa pregunta, reflexionar acerca de la naturaleza de quien me hizo daño, me ayudó a comprenderla.
Años después, por casualidad, me enteré de la dura infancia que esta persona había padecido. Sus padres habían sido muy duros y muy violentos con esta persona. Le hicieron mucho daño y con seguridad también la privaron de toda la comprensión posible.
Intentó trascender su furia, fui testigo de esto, pero no lo consiguió…Su educación, el ambiente en el que estaba y el conocimiento al que tuvo acceso no le ofrecían muchas alternativas para cambiar, no al menos con su pura fuerza de voluntad.
De modo que su cambio, su transformación llegó muy tarde, cuando yo era un adulto y las cosas estaban hechas.
Su naturaleza, su situación, su estado de consciencia y el ambiente particular en el momento en el que convivió conmigo hicieron que su progreso fuera muy lento. Y sufría, te lo puedo asegurar, a menudo percibí a esta persona debatiéndose entre la furia y la culpa, pero era incapaz de cambiar con los recursos que tenía en ese instante.
Nunca he justificado lo que hizo, pero si lo conseguí comprender y esa comprensión me ha ayudado mucho en mi proceso de perdón.
Te cuento esto porque quizá haya alguien en tu vida con quien que puedas poner en práctica esto mismo… no tiene que ser alguien que te haya causado mucho daño, sino alguien, digamos, regular: un compañero de trabajo que te parece particularmente molesto, un familiar o incluso un vecino…
¿Cuál se su naturaleza? ¿Cuál es su estado de consciencia? ¿Cuál es su situación en este momento? ¿Cuál es su pasado? Cuando reflexionamos de esa manera, nos volvemos más comprensivos con quienes nos exasperan de forma intencional o no…
Nos volvemos más comprensivos porque advertimos que NO hay otra cosa que podamos esperar de esa persona. Es decir, no es siquiera algo contra nosotros. Según su naturaleza, no hay mucho más que pueda hacer, porque cada persona expresa lo que su naturaleza le dicta.
¿Hay alguien con quien puedas practicar esto, ? ¿O quizá contigo mismo? Tal vez hubo algún momento en el que actuaste de una forma que aun te hace sentir culpable…
Piensa en tu naturaleza en ese instante, en la situación en la que estabas y en el estado de conciencia que tenías cuando te comportaste así. Quizá te des cuenta que no podías haber obrado de forma distinta y tal vez eso te ayude a perdonarte. Espero que así sea.