James Stockdale, el Prisionero de Vietnam y su Lección de Vida

James Stockdale, el Prisionero de Vietnam y su Lección de Vida
"Nunca perdí la fe en que esta historia terminaría, nunca dudé (…) de que saldría libre y de que convertiría esta experiencia en el evento más importante de mi vida”. James Stockdale

El hombre de la foto de arriba es James Stockdale, Piloto y Vicealmirante de la marina de los Estados Unidos y prisionero de guerra durante 7 años y medio en Vietnam.

En Septiembre del 65, su avión fue alcanzado por fuego antiaéreo y derribado al acto… como el mismo diría  después "Cuando salí del avión, me rompí un hueso en la espalda, pero eso fue solo el comienzo”.

Aterrizó en las calles de un pequeño pueblo y un grupo de enfurecidos lugareños lo recibieron: Le arrancaron la ropa y lo golpearon sin piedad. Dejaron a Stockdale con una pierna rota y un brazo paralizado… Pero nuevamente, ese era sólo el comienzo.

Stockdale terminó en la infame prisión de "Hanoi Hilton", donde pasó los siguientes siete años en condiciones brutales. Fue torturado física y emocionalmente, y las técnicas de las que se valieron incluyeron palizas, latigazos y asfixia.

Además de eso fue sometido a confinamiento solitario, en total oscuridad durante 4 años... 2 de esos años los sobrevivió encadenado.

James Stockdale en Prisión
Pero él había tomado una decisión: Sobrevivir. Sobrevivir con dignidad y hacer de esos años su fuente principal de crecimiento. Lo logró y finalmente fue liberado en 1973.

Stockdale tenía las cosas muy claras: sabía que todo estaba en contra suya y que no tenía ningún control sobre lo que le sucedía. No fue su decisión ser capturado, no fue su decisión ser torturado, como tampoco si alguna vez sería liberado o no.

A esas alturas, con seguridad también sabía que la decisión de si seguía vivo o no, tampoco le correspondía. Él sabía que una sola cosa estaba bajo su dominio: Su reacción. Su actitud ante lo que la vida le ponía en frente.

💡
Esta historia me gusta, porque es un testimonio permanente de que ante cualquier situación por aterradora y desesperanzadora que sea, siempre hay una carta con la que podemos jugar: Cómo vamos a reaccionar.

Hace poco leí que hombres y mujeres tenemos una sola cosa que aprender:

A separar lo que podemos controlar de lo que no podemos controlar, y de lo que no podemos controlar, comprender que si hay algo que está en nuestras manos: decidir cómo vamos a reaccionar ante eso...

¿Nos dejaremos consumir o intentaremos mantenernos en nuestro centro?

Hay algo más que yo creo que si está en nuestro poder cuando enfrentamos algo que se sale de nuestro control y en mi opinión es tan importante como nuestra actitud: Que podemos APRENDER.

Y para mi, ahí está la esencia del crecimiento humano: en medio de los peores eventos, encontrar la capacidad de mantenernos de pie y obtener un aprendizaje que nos ayude a ser mejores seres humanos, más sabios, más fuertes y más nobles.

Y continuar avanzando, porque la vida nunca se detiene, nosotros tomamos la decisión de detenernos.

¿Tú decides avanzar?